Nuestro cuerpo está formado fundamentalmente por agua, y por tanto la calidad del agua que bebes tiene un impacto importante en tu salud.

Es mucho más importante prevenir que curar, y por lo tanto debes cuidarte diariamente en todos los ámbitos de tu vida.

Es importante invertir en calidad porque al final lo barato sale caro, y más todavía en temas que afectan a tu salud.

No tiene sentido comprar ni transportar agua cuando tenemos suministro de agua potable en nuestro hogar y lugar de trabajo.

La solución no es beber agua envasada en plástico, y menos aún consumir agua del grifo sin purificar.

No podemos cambiar el mundo pero sí aportar nuestro granito de arena en el cuidado de nuestro medio ambiente.