Edward Bach quiso dejar un legado simple, claro y directo y una obra condensada que consiste en algunos textos repartidos en unos pocos libros con una idea central acerca de la salud: el hombre debe rearmonizar su mente con su alma porque el sentido de su existencia queda definido por esta identidad mente-alma desde la cual no hay lugar para la enfermedad y esta carece de sentido.
El ser humano es un alma en relación con otras almas y se trata de volver a encausar este sendero de identidad más profunda. Las circunstancias personales y racionales pueden desenfocarnos, lo consiguen y nos arrastran, y en eso consiste la principal toma de conciencia para emprender el regreso.
Bach dedicó su vida a crear una nueva medicina que cure el cuerpo desde tratar la salud emocional o las “heridas del alma”, y lo consiguió con su descubrimiento personal y desarrollo de un sistema de esencias florales. Fue un médico cirujano reconocido pero insatisfecho con la actitud médica convencional de orientarse a los síntomas desestimando la personalidad del paciente.
Un aspecto magnífico de la inteligencia vegetal es la intercomunicación entre las plantas estableciendo redes de funcionamiento, su comunicación con la tierra y el descubrimiento posterior por parte de biólogos y botánicos de que cuentan con muchos sentidos sutiles y estrategias de complementación, las que colocan al ser humano más en una condición ideal de aprender de ellas a partir de entender sus propias limitaciones o en cierto sentido su inferioridad ante la profundidad de la naturaleza vegetal.
Cada estructura particular de una flor y de una planta – lo que implica tener en cuenta al menos su color y su forma- plasman determinado tipo de información en el agua, y desde este realidad tan extraordinaria se puede deducir un sistema de aplicación y beneficios para la salud vital y emocional de las personas.
Desde allí se llega a un sistema de 38 esencias florales y un sistema de remedios florales que consiguen responder a todos los aspectos de la naturaleza humana tratando a la persona antes que a la enfermedad.
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