Además de una sensación de molestia y de alarma, el dolor es la manifestación de ciertos desequilibrios en las células. HEALY tiene la capacidad de regular la diferencia de potencial o voltaje de la membrana celular, aliviando no sólo el dolor sino tratando desórdenes como la inflamación, la disminución del riego sanguíneo, el envejecimiento celular y otros.
De esta manera, diferentes aplicaciones de HEALY ayudan ante el dolor crónico, la fibromialgia, el dolor del sistema esquelético y la migraña.
Un dolor intenso, permanente o repentino puede invalidarnos físicamente y afectarnos anímicamente, convirtiéndose en el centro de nuestra vida. En estos casos, la acción más directa de HEALY transcurre por el modo de electroestimulación con microcorrientes accionados por una serie de programas del paquete llamado DOLOR/PSIQUE, donde nos encontramos ante ocho tipos diferentes de aplicaciones, cinco de ellas específicas para el dolor: dolor crónico general, dolor crónico de espalda, dientes y mandíbula, dolor de articulaciones localizado y migraña, acompañadas de las restantes relativas al insomnio, la ansiedad y la depresión.
Según el caso corresponde alguna de las tres variantes de contacto con la piel, conectando terminales de cables a muñequeras, a los lóbulos de las orejas por medio de pinzas auriculares o a través de parches con electrodos, siendo diferente el tiempo necesario de aplicación con cada programa.
A su vez el modo de electroestimulación permite regular la intensidad de las microcorrientes, y el criterio a aplicar deriva del tipo e intensidad de nuestra molestia.
Se trata de otro ejemplo más del alcance de HEALY como dispositivo portátil para la salud y el bienestar integral.
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