Recuperación sustentada en Señalización Redox

El aprovechamiento de la tecnología de Señalización Redox tanto en cuadros relativos a las enfermedades crónicas más comunes como en situaciones de acompañamiento y recuperación de tratamientos invasivos, muestran resultados muy positivos y entra cada vez más en la consideración de los especialistas de la medicina tradicional.   

Si bien hay restricciones en cuanto a poder adjudicar deliberadamente efectos determinados a lo que no cuenta con estatus de medicación, la realidad habla por sí sola y la replicación inédita de estas moléculas de intercomunicación celular imprescindibles para la vida pasarán tarde o temprano a ocupar el lugar que les corresponde.

Por alguna razón, se remiten testimonios de recuperación sorprendentes por la velocidad de cicatrización y una vitalidad fuera de lo común luego de sufrir intervenciones quirúrgicas. En casos relativos a situaciones consideradas crónicas como el caso de la diabetes o problemas de hígado, o en enfermedades de la piel y en muchas otras, la manera en que se restituye la salud

sorprende por lo inesperado y por el hecho de generar un cambio radical en las consideraciones habituales.

Hay otra forma de valorar la salud considerando que el propio cuerpo tiene todas las repuestas para reestablecer el equilibrio, y que cuando no consigue hacerlo se manifiesta algo llamado enfermedad. Y la respuesta a esta falla en el reequilibrio interior radicaría precisamente en que las sustancias generadas por el propio cuerpo para dar los avisos necesarios con la mayor velocidad, ya no cuentan con la producción necesaria a raíz del inevitable y paulatino envejecimiento celular.

Pero al menos en este caso, lo que el cuerpo va dejando de producir en la cantidad y calidad ideal, puede proveerse como complemento ayudando a compensar y a restablecer el orden en los aspectos ya mencionados y en otros como el campo del bienestar emocional, el sueño, el rendimiento deportivo, el cuidado facial y capilar, y numerosas situaciones consideradas graves cuyos diagnósticos y pronósticos suelen vivirse como una auténtica condena.